
Jacqie Rivera, la segunda hija de la fallecida Jenni Rivera, ofreciĂ³ su testimonio de vida en un video que busca llamar a la juventud para que se acerquen a Dios.
En el video —grabado para el sitio cristiano notw.com (Not of This World, algo asĂ como “Fuera de este mundo”), en el que Jacqie presenta su lĂnea de camisetas— la hija de la Diva de la banda comparte sus experiencias de adolescente y cĂ³mo marcĂ³ su vida el abandono de su padre.
“Mucha gente piensa que mi vida ha sido fĂ¡cil por quien es mi mamĂ¡, y que todo se me dio en charola de plata pero no fue asĂ”, empieza el relato. “He pasado por mucho desde que mi papĂ¡ se fue. Su ausencia tuvo un efecto en mĂ; me sentĂ vacĂa por dentro”.
Jacqie confiesa que desde la separaciĂ³n de sus padres, cuando ella tenĂa unos 8 años, se habĂa sentido “abandonada”, situaciĂ³n que la llevĂ³ a refugiarse en el sexo y las drogas. “Estaba decidida a llenar ese vacĂo”, cuenta. “EmpecĂ© a tener relaciones sexuales a muy temprana edad, tenĂa 14 o 15 años. Desde los 15 a los 19 estuve tratando de encontrar a alguien que me amara y no me abandonara como lo hizo mi papĂ¡”.
Como resultado de su desenfrenado comportamiento, Jacqie quedĂ³ embarazada de la pequeña Jaylah Hope, quien hoy por hoy tiene 3 años, pero la fallida relaciĂ³n con el papĂ¡ de la primera nieta de Jenni hizo que la joven madre no creyera mĂ¡s en los hombres. “Me di por vencida con los hombres y me enamorĂ© de una mujer”, confiesa con naturalidad. “HabĂa tenido relaciones con mujeres anteriormente, pero me enamorĂ© perdidamente de una mujer. Pero solo porque me enamorĂ© de ella no significaba que era buena [compañĂa] para mĂ. Me llevĂ³ a cosas nuevas que nunca habĂa experimentado. EmpecĂ© a irme de fiesta y a usar (la droga) Ă©xtasis. No estaba cuidando a mi hija, no la estaba amando como debĂa. En ese momento pensĂ© que estaba bien. PensĂ© que podrĂa estar con su papĂ¡ para cubrir [las apariencias], y a la vez tener esta relaciĂ³n aparte con esta chica y seguir siendo buena madre”.
Sin embargo, explica Jacqie, las cosas tomaron un giro inesperado cuando su madre se enterĂ³ de todo. “Un dĂa, mi mamĂ¡ descubriĂ³ mi secreto y ahĂ fue cuando mi mundo se volcĂ³. Mi mamĂ¡ descubriĂ³ que tenĂa una relaciĂ³n con una mujer y nadie en mi casa me hablaba. Mi mamĂ¡ me dijo: ‘Lo siento pero si vas a estar en esa relaciĂ³n no puedo hablar contigo, solo voy a ser tu mamĂ¡, no voy a ser tu amiga. No vengas a pedirme consejos’”, recuerda Jaqie sobre aquella situaciĂ³n. “El papĂ¡ de Jaylah se enterĂ³, mi mamĂ¡ le dijo, y ya no quiso estar conmigo, obviamente. QuerĂa quitarme a mi hija. El saber que me iba a quitar a mi hija me dio mĂ¡s tristeza. Me rompiĂ³ el corazĂ³n”.
Fue entonces cuando la joven madre decidiĂ³ cambiar su vida y seguir los pasos y consejos de su tĂa Rosie Rivera, en la religiĂ³n cristiana. “Fui a la iglesia y no puedo explicar lo que me pasĂ³. Dios me quitĂ³ la tristeza y me llenĂ³ el corazĂ³n de gozo. No me sentĂ forzada a quererlo. Y supe en ese momento que lo que habĂa hecho en mi pasado no importaba, ninguna de las relaciones en las que habĂa estado, ni las drogas, ni las decisiones que habĂa tomado. Ni siquiera haber tenido una hija fuera del matrimonio. Nada de eso le importaba”, dice en su testimonio. “El no vio ninguno de mis errores, solo vio mi corazĂ³n dispuesto a transformarse… Los insto a que lo busquen, que busquen a Dios”, concluye.