
Paola Builes, estudiante de ComunicaciĂ³n Social y Periodismo, habĂa avanzado en la carrera por el codiciado tĂtulo el pasado domingo, cuando fue elegida como nueva Señorita Antioquia, en representaciĂ³n del departamento del mismo nombre.
La joven fue destituida de la competiciĂ³n tras conocerse que posar en un bikini demasiado pequeño durante su etapa de modelo, algo prohibido por el estricto reglamento del certamen, informaron medios locales.
Sin embargo, sus esperanzas se truncaron cuando los organizadores del concurso regional decidieron destituirla al descubrir que habĂa posado en un vestido de baño considerado inadecuado mientras trabajĂ³ como modelo.
La fotografĂa de la discordia muestra a la Señorita Antioquia en un bikini de tonos rosas y azules que en su versiĂ³n superior resulta excesivamente pequeña, algo que levantĂ³ la polĂ©mica entre los organizadores y que fue definida por expertos en reinados como “demasiado sugestivo”.
Los estrictos cĂ³digos del concurso colombiano de belleza establecen que las aspirantes no pueden aparecer en este tipo de fotografĂas, por lo que Builes no participarĂ¡ en la prĂ³xima ediciĂ³n del certamen, que tendrĂ¡ lugar en noviembre prĂ³ximo en Cartagena.
Pese a que una de las pruebas del concurso consiste precisamente en que las aspirantes desfilen en bikini, la censura de los organizadores se debe a que las participantes no pueden posar profesionalmente para ninguna marca de ropa de baño antes de participar en el concurso.
La suerte de Builes ya se ha vivido en Colombia con la destituciĂ³n de otras candidatas por motivos parecidos en anteriores ediciones, algo que provoca que el puesto de segunda clasificada sea tambiĂ©n muy codiciado para pasar a la acciĂ³n cuando sea necesario.
Desde que el popular certamen se celebra, la prenda de baño femenina ha sido la mayor responsable de los escĂ¡ndalos de belleza, provocando incluso campañas mediĂ¡ticas en su contra que la Iglesia catĂ³lica liderĂ³ en los años 40 y 50.
Sin embargo, la radicalizaciĂ³n del reglamento se produjo a partir de 1993 por motivo bien distinto, ya que el paĂs se revolucionĂ³ cuando se supo que la candidata del departamento de Amazonas ese año, Catherine SĂ¡nchez HernĂ¡ndez, estaba casada y embarazada de dos meses.
