Miley Cyrus ofreció el martes por la noche en Madrid el segundo de los conciertos programados en España. A la cita acudieron numerosos famosos con sus hijos, como Anne Igartiburu y Noa, la niña de 14 años que la presentadora adoptó hace una década en un orfanato de Bombay.
También asistieron con sus respectivos niños Blanca Martínez de Irujo, Nuria March, Arancha de Benito, Antonio Canales, Mónica Hoyos, el presentador del Telediario Sergio Sauca y Rossy de Palma.
Otras de las ‘celebrities’ que no quisieron perderse el espectáculo fueron Karanka, los hijos de Raphael y José Bono, Rosa López, Pedro Trapote y Begoña García Vaquero, Carmen Lomana, Elena Tablada, Sofía Cristo junto a su ¿ex? Nagore Robles y Katia Aveiro -la hermanísima de Cristiano Ronaldo- con su compañero de ‘Supervivientes’ Abraham García.
Mientras esperaban a que ‘Hannah Montana’ tomara el escenario, los VIP estuvieron relacionándose entre sí; como Anne Igartiburu, que se sentó junto a Pedja Mijatovic y la prole del ex madridista. Así se pudo ver a la presentadora y el montenegrino conversando distendidamente en las gradas.
Cachetes y besos lésbicos en una orgía pop
Todos estos famosos esperaban un concierto propio de una princesa Disney, pero se encontraron a un descarriadísimo ídolo ‘teen’, una Miley Cyrus totalmente descontrolada: no paró de mostrar referencias sexuales durante la hora y tres cuartos que duró su psicotrópico show. Es más, lo más fino que hizo fue su ya emblemático ‘twerking’, el provocador baile que consiste básicamente en mover el trasero de forma compulsiva.
En la presentación en vivo de su disco ‘Bangers’, la cantante no sólo proyectó imágenes de clara inspiración sadomaso o se estiró el body para marcar su entrepierna cada dos por tres. Durante el tema ‘Get It Right’, Miley simuló una orgía con todo su ‘crew’ en una cama gigante. Allí la estrella del pop repartió cachetadas por doquier en las nalgas o recibió besos en su zona genital de parte sus ‘chicos’. Las bailarinas también se tocaron los pechos entre sí. Los padres, en las gradas, no daban crédito alespectáculo que veían en compañía de sus menores.
La cosa no quedó ahí, ya que la cantante animó a que el público se besara mientras interpretaba su éxito ‘Adore You’. Los menores y lo no tan mayores hicieron caso a su ídolo y, como proyectaron las macropantallas habilitadas, se repartieron morreos sin importar si sus acompañantes eran de su mismo sexo.
La estética erótica del concierto no pareció importarle a Belén Esteban, que se situó en primerísima fila con su Andreíta del alma y su representante, Toño Sanchís, entre otros acompañantes. De hecho, la princesa de pueblo disfrutó como una quinceañera más, bailando con su hija durante toda la velada.
Tras la traca final, compuesta por los éxitos ‘We Can’t Stop’, ‘Wrecking Ball’ y ‘Party in the USA’, Miley se despidió del escenario. Así fue cómo se encendieron las luces del Palacio de los Deportes de Madrid, con apenas un 60% de su ocupación -los 70 euros por entrada frenaron a más de uno-, e iluminando las caras de perplejo de los famosos que habían presenciado el espectáculo.
