
Como ya ha manifestado en otras ocasiones, la cantante británica y madre
primeriza desde hace tres semanas no tiene problemas con su peso y
admitió que solo adelgazaría en caso de que fuera un problema para su
salud o para sus relaciones íntimas.
A pesar de que el tamaño de la cantante ha sido objeto de polémica en otras ocasiones -como a principios de este año, cuando el diseñador Karl Lagerfield dijo que aunque tuviera una voz maravillosa, estaba ''un poco demasiado gorda''-, lo cierto es que el peso no es un problema para ella, quien este año ha sido declarada como una de las 100 personas más influyentes del mundo según la revista Time.
En cambio, la diva británica reconoció que lo que de verdad le preocupa es su miedo al público en sus conciertos, ya que confesó que una vez tuvo que escapar por la salida de emergencia.
''Me asusta el público. Una vez en Ámsterdam estaba tan nerviosa que tuve que salir corriendo por la salida de emergencia. También he devuelto en un par de ocasiones, de hecho una vez en Bruselas vomité sobre alguien'', declaró.
Fuente - www.informe21.com