La conclusión más dolorosa que surge de estas imágenes es la total dependencia de las píldoras que había desarrollado el rey del pop. La evidencia de las fotos publicadas es clara: remedios, suplementos vitamínicos y hasta un tanque de oxígeno alrededor de su cama muestran cómo era la vida de la estrella de 50 años.
Las imágenes forman parte del juicio contra el médico Conrad Murray, condenado a cuatro años de cárcel por administrarle dosis letales de propofol, y entre ellas se puede ver una valija en la que sobresalen los implementos para realizar las inyecciones intravenosas.
También se destacan los numerosos retratos de bebés no identificados en una mesa coronada por un espejo antiguo, en la que también hay una tarjeta con la imagen de Charles Chaplin y, por delante, una bolsa de suero aun cargada que quedó junto a los tanques de oxígeno de repuesto.
Mientras la madre de Jackson, Katherine, demanda a la agencia que representaba a su hijo -AEG Live- por no investigar el papel del Murray en la tragedia y por ignorar los evidentes signos de deterioro que presentaba, la cantidad de píldoras que rodeaban a Michael pone en claro que el riesgo estaba a la vista de los ojos de quienes tenían acceso al lugar. Mientras el manager de Jackson recibe por Email una factura de 48 mil dólares por los tratamientos que le practicaba el dermatólogo de Jackson, el doctor Arnold Klein. “Nos está asustando de muerte porque se está inyectando con alguna cosa”, escribió en ese momento Phillips.
