El merenguero Sergio Vargas compareció esta tarde por ante el Departamento de Quejas y Querellas de la Fiscalía del Distrito Nacional, donde fue llamado bajo la acusación de abuso de confianza.
La querella fue interpuesta por el empresario Yomare Polanco, quien le exige la devolución de 62 mil dólares que le habría depositado como adelanto para una serie de conciertos para promover el turismo en Estados Unidos.
Al salir de la sala de audiencias Sergio Vargas dijo que vino a la Fiscalía a entregarse porque leyó que se le estaba requiriendo por una supuesta demanda de abuso de confianza.
“Pero imputarle eso a mí si es un abuso de confianza. Mi vida es no reñir con la ley ni disgustar a Dios.
“Ahora yo, al igual que ustedes vine a investigar que es lo que sucede conmigo aquí y sucede que no tengo ningún tipo de situación que me involucre con un hecho delictivo”, dijo el merenguero.
Mientras que el demandante, Yomare Polanco dijo que Sergio Vargas admitió ante el fiscal Carlos Vidal que desde su cuenta recibió la transferencia de los 62 mil dólares, pero que los pasó a otras personas.
Explicó que el fiscal les otorgó un plazo de 15 días para que el artista diga a quienes entregó el dinero.
Dijo que posiblemente Vargas haya sido utilizado y que estén amigos suyos involucrados y que por eso no había querido admitir, como dijo hizo hoy, que recibió en su cuenta la citada suma de dinero.
Diario Libre
La querella fue interpuesta por el empresario Yomare Polanco, quien le exige la devolución de 62 mil dólares que le habría depositado como adelanto para una serie de conciertos para promover el turismo en Estados Unidos.
Al salir de la sala de audiencias Sergio Vargas dijo que vino a la Fiscalía a entregarse porque leyó que se le estaba requiriendo por una supuesta demanda de abuso de confianza.
“Pero imputarle eso a mí si es un abuso de confianza. Mi vida es no reñir con la ley ni disgustar a Dios.
“Ahora yo, al igual que ustedes vine a investigar que es lo que sucede conmigo aquí y sucede que no tengo ningún tipo de situación que me involucre con un hecho delictivo”, dijo el merenguero.
Mientras que el demandante, Yomare Polanco dijo que Sergio Vargas admitió ante el fiscal Carlos Vidal que desde su cuenta recibió la transferencia de los 62 mil dólares, pero que los pasó a otras personas.
Explicó que el fiscal les otorgó un plazo de 15 días para que el artista diga a quienes entregó el dinero.
Dijo que posiblemente Vargas haya sido utilizado y que estén amigos suyos involucrados y que por eso no había querido admitir, como dijo hizo hoy, que recibió en su cuenta la citada suma de dinero.
Diario Libre
La opinión de un experto sobre el tema: Resulta extraño que a Sergio Vargas lo involucren en este conflicto, y peor aún, que hayan tomado el asunto para empañar su imagen. ¡En algunos medios han afilado hacha contra Sergio!. Un abuso.
Se sabe que el empresario Yomare Polanco tiene problemas con el señor Franklin Morillo, productor del fatídico espectáculo ”Mi Música es Mi Bandera”, porque le dieron hasta con “el asta de la bandera” los depredadores del mundo del espectáculo que se involucraron en el evento.
El pobre…sin experiencia en el negocio del espectáculo, donde hay tantas fieras. ¡Le dieron Fibrasina, que es el producto para adelgazar que él fabrica!
Hasta el Ministerio de Turismo “se la haló”, y no quiso pagar luego de haber prometido un patrocinio, pero de ahí a pretender tomar a Sergio como responsable de todos los problemas que hubo en ese evento, hay mucha distancia.
Algo extraño es que se cita a Juan José Travieso (Pareja) como manager de Sergio, cuando se sabe que no lo es.
Hace un momento conversamos con Sergio Vargas para obtener su parecer sobre este asunto, y nos dijo que nunca maneja dinero ni hace contratos, pues para eso tiene su oficina en el país, también sus representantes en Panamá, Colombia y Estados Unidos.
Dijo que nunca ha reñido con las leyes, y que el daño que han tratado de hacerle será dilucidado en los tribunales de Estados Unidos, donde más de uno va a tener que responder por el perjuicio que se le inflige a su nombre e imagen como artista.
Al momento de conversar con Sergio nos refirió que estaba entrando a la oficial del fiscal, y prometió llamarnos al final de la reunión que sostendría allí.
Volvemos a decir que extraña que Yomare la emprenda contra Sergio, cuando los verdaderos culpables del desastre de “Mi Música es Mi Bandera” andan por ahí como Johnny Walker, que nació en el 1820 y sigue tan campante.
Se sabe que el empresario Yomare Polanco tiene problemas con el señor Franklin Morillo, productor del fatídico espectáculo ”Mi Música es Mi Bandera”, porque le dieron hasta con “el asta de la bandera” los depredadores del mundo del espectáculo que se involucraron en el evento.
El pobre…sin experiencia en el negocio del espectáculo, donde hay tantas fieras. ¡Le dieron Fibrasina, que es el producto para adelgazar que él fabrica!
Hasta el Ministerio de Turismo “se la haló”, y no quiso pagar luego de haber prometido un patrocinio, pero de ahí a pretender tomar a Sergio como responsable de todos los problemas que hubo en ese evento, hay mucha distancia.
Algo extraño es que se cita a Juan José Travieso (Pareja) como manager de Sergio, cuando se sabe que no lo es.
Hace un momento conversamos con Sergio Vargas para obtener su parecer sobre este asunto, y nos dijo que nunca maneja dinero ni hace contratos, pues para eso tiene su oficina en el país, también sus representantes en Panamá, Colombia y Estados Unidos.
Dijo que nunca ha reñido con las leyes, y que el daño que han tratado de hacerle será dilucidado en los tribunales de Estados Unidos, donde más de uno va a tener que responder por el perjuicio que se le inflige a su nombre e imagen como artista.
Al momento de conversar con Sergio nos refirió que estaba entrando a la oficial del fiscal, y prometió llamarnos al final de la reunión que sostendría allí.
Volvemos a decir que extraña que Yomare la emprenda contra Sergio, cuando los verdaderos culpables del desastre de “Mi Música es Mi Bandera” andan por ahí como Johnny Walker, que nació en el 1820 y sigue tan campante.