Daddy Yankee denunció el robo de varias joyas y diamantes que guardaba en la caja fuerte de la habitación del hotel donde se hospedaba en Valencia.
El ladrón se hizo pasar por el artista y llamó a un empleado del hotel para que le abriera la caja fuerte, de esta forma sustrajo un botín valorado en unos dos millones de euros sin dejar huellas.
Al regresar a su habitación, el cantante se dio cuenta del robo y avisó a un empleado del hotel para que llamase a la policía.
Minutos después, una patrulla de la Policía Nacional llegó al Meliá Valencia y comenzó a investigar lo sucedido.
Las primeras indagaciones se centraron en el visionado de las películas de las cámaras de seguridad y la identificación de los empleados que habían accedido a la habitación.
Un equipo de policía científica se desplazó hasta el lugar, donde realizó una inspección minuciosa del escenario donde se cometió el delito.
Aparte de las joyas robadas, el cantante y sus acompañantes notaron la desaparición de 2.500 dólares en efectivo.
